La homeopatía trabaja con lo que es único en cada niño/a
Existe una gama tan amplia de personalidades y características descritas en la literatura homeopática que siempre habrá un remedio que coincida con la singularidad de tu hijo/a.
Existe una gama tan amplia de personalidades y características descritas en la literatura homeopática que siempre habrá un remedio que coincida con la singularidad de tu hijo/a.
Observamos en qué se diferencia cada niño/a. Preguntamos y observamos cuándo se sienten más cómodos y cuándo no se sienten seguros. Esto puede ser en diferentes momentos del día o de la noche. Puede ser sobre el entorno social, por ejemplo, cómo están con mamá, con papá, con hermanos y hermanas y con extraños. Algunos niños se sienten seguros y felices en el hogar, mientras que otros prefieren estar fuera de casa. ¿Qué tipo de juguetes parecen disfrutar más? ¿Son exploradores y aventureros, o prefieren ocuparse de un solo juguete? ¿De qué parecen tener miedo? ¿Qué haces para tranquilizarlos cuando están molestos? Observar este tipo de cosas nos da a los homeópatas una idea del carácter único de cada niño/a.
Pero la homeopatía no se detiene ahí. La comprensión de la homeopatía es que somos únicos en todo nuestro ser y nos expresamos a través de todo nuestro ser. Realmente es una comprensión holística. Por lo tanto, notar las características físicas de su hijo también ayudará a encontrar los mejores remedios para ellos. ¿Su hijo tiene calor o frío? ¿Están sudorosos? ¿Cuál es su patrón de sueño normal y en qué posición se sienten más cómodos? ¿Qué alimentos les desagradan y cuáles, si los hay, les molestan? ¿Les gusta beber y, de ser así, qué les gusta beber? Trabajamos para construir una imagen de cada niño y es sorprendente lo diferente que puede ser de otros niños. Esa maravillosa singularidad es lo que lleva al homeópata a poder encontrar el mejor remedio para su hijo/a.